Seis cocinas encantadoras que son parte de la zona social
Textos: Maria Paula Hernández Bergsneider
Hay quienes imaginan a la gastronomía como una pequeña arquitectura de sabores, y a la arquitectura como una gran gastronomía de texturas, volúmenes y sensaciones. Comida y casa suenan parecido, suelen sentirse en el mismo lugar del alma.
En torno al fuego y el alimento nace la vivienda y por eso, para muchos, allí reside su corazón. Luego de décadas de aislamiento, los fogones vuelven al centro de la casa como articuladores y núcleo de las áreas sociales.
Expuestas y centrales, estas cocinas exhiben estéticas exquisitas y se mimetizan con el resto de la casa hablando en su mismo lenguaje de interiorismo.
Espacios amplios y cómodos reivindican la gastronomía cotidiana como actividad de placer y encuentro, ofreciendo funcionalidad adaptada a las necesidades de cada familia. Un abanico ampliado de materiales, técnicas y tratamientos hoy posibilita nuevos acabados, creando en la cocina un despliegue de expresión y buen diseño a la medida exacta de la vida de sus habitantes.
Se valen los espacios híbridos
El lenguaje del gris despliega su abanico de posibilidades en este dúplex de Manila, en el que la cocina, a cargo de Dell Anno y Seis a Siete, protagoniza y articula toda la planta social. En un espacio de pocos metros, “no planteamos un inicio ni un fin. La cocina resuelve comedor, despensa, zona de preparación y lavandería”, explica Juan Fernando Betancur, director del estudio de arquitectura Seis a Siete.
La carpintería en roble, iluminada con luces cálidas indirectas, crea islas de color en cajonería, comedor y biblioteca, y resalta el brillo del área de preparación, compuesta por enchape en baldosa de cemento color negro y granito rústico mate en el mesón. Las lámparas de Barichara sobre la barra le suman un acento retro a la composición, creando transiciones entre el industrial y el art decó. Texturas orgánicas y objetos artesanales en la decoración complementan un espacio ecléctico en completa armonía.
Fogones al centro de la cocina
Lejos de aislarse como zona de servicio, la cocina “es hoy un espacio principal y cobra un nuevo valor estético. La visita llega a la cocina y los anfitriones quieren ofrecer un espacio con diseño”, señala Eduardo Múnera, director de Era Arquitectura.
En estas cocinas, los fogones sobre la isla ubican al cocinero frente a sus comensales y convierten la preparación del plato en un proceso común de deleite colectivo. Los avances tecnológicos permiten electrodomésticos integrados al juego de volúmenes del espacio, realzados con líneas de luz indirecta en La Combi (abajo) y una lámpara en L sobre la barra de Monteverde (arriba). Ambos proyectos destacan la vigencia de la madera de piso a techo y la piedra sinterizada en mesones, como la gran protagonista de la cocina actual.
Un mismo lenguaje para toda la casa
El estudio de arquitectura Tangible diseñó este duplex loft en el que la cocina abraza al comedor y se conecta sin fronteras con el área social. “Conservamos el industrial propio de los loft, históricamente inspirados en bodegas convertidas en apartamentos, con materiales crudos expuestos como el metal negro, el concreto y el piso en microcemento, y agregamos contraste con la chapilla cálida y las plantas”, explica Carlos Montoya, director.
De la barra de la cocina en piedra sinterizada se desprende el comedor en madera teca, aclarando el fondo oscuro de pared, cajonería y electrodomésticos. Este juego de vívidos y neutros se desarrolló en ambas plantas, conectando toda la vivienda.
Se vale reformar lo convencional
Esta cocina en Envigado fue remodelada y abierta a la zona social de la casa. El desafío consistió en integrarla, respetando el lenguaje del espacio y reutilizando algunos de sus antiguos materiales. Para satisfacer la pasión por la gastronomía de su cliente, la firma construyó una isla de 4,20 m de mármol que atraviesa la cocina de lado a lado.
El fogón se incorporó aquí para conectar a los comensales y la parte inferior se aprovechó para almacenamiento. La carpintería original se utilizó para la cajonería interna de la barra, y las alacenas en que se empotra la nevera fueron elaboradas en madecor ferrata para crear contraste. El cuero de las sillas conversa con el mobiliario de la zona social, integrando toda la planta.
Toque final con levedad y transparencias
Al ser replanteada como espacio social por el estudio de interiorismo Dell Anno, esta cocina ganó el doble de su área anterior. La puerta vidriera que la conecta con la terraza fue ampliada de pared a pared, para integrar la frescura de la vegetación y la iluminación natural.
El comedor se situó como centro del espacio, articulando las diferentes secciones. De un lado, un bar con puertas de vidrio iluminadas para almacenamiento, del otro, el salpicadero con entrepaños decorativos y, en frente, la zona de cocción. Los electrodomésticos empotrados conservan una paleta armónica entre neutros suaves y luces cálidas. Con superficies en vidrio y espejos, se genera mayor sensación de amplitud y levedad en los volúmenes.