Ideas del diseño biofílico para un hogar más natural

Crea pequeños oasis verdes inspirados en la conexión emocional que tenemos con las plantas

Texto: Maria Paula Hernández B

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Algo profundo cambia en un espacio cuando insertamos una planta en él. Una cocina con enredaderas en las ventanas o una sala rodeada de verde nos transportan a una forma de sentir diferente. Desde hace décadas se estudian los rastros que miles de años de una vida en la naturaleza dejaron en nuestro cerebro humano. Inspirado en esto, hoy el diseño biofílico nos propone crear lugares más verdes para conectarnos con la naturaleza.

Jardines verticales, plantas colgantes, escaleras hechas jardines o techos florales se alzan como tendencias clave del diseño actual, inspiradas en los principios que explican la biofilia: el vínculo emocional que nos une intuitivamente con la tierra, la tranquilidad y calidez que nos transmite estar cerca de la naturaleza.

El diseño de espacios verdes incide en nuestro bienestar físico y mental: el sueño, la circulación sanguínea, la respiración y los estados de ánimo cambian según la exposición que tenemos a elementos naturales en la cotidianidad.

Por eso las plantas entran a habitar cada vez más nuestros espacios. Además de ubicarlas de manera convencional, existen otras formas en que podemos adaptarlas al lugar y disfrutar su compañía.

¿Qué tal poner algunas plantas colgantes para dividir una zona social de un estudio de trabajo? La diversidad de formas de hojas y macetas las convierte en un elemento versátil y sutil que articula un espacio abierto y le da estructura siguiendo el uso al que lo queremos destinar.

¿Y si en vez de colgar un cuadro en la pared del corredor, construyes un jardín vertical? Este tipo de instalaciones son otra buena alternativa para dotar de color y frescura espacios interiores. Ten en cuenta los diferentes sistemas que existen en el mercado y las especies que agregarás en función de la luz que recibe el lugar dónde lo ubicarás.

Si disfrutas la meditación, el diseño biofílico te propone crear una pequeña esquina rodeada de vegetación donde puedas acomodar algunos cojines. El efecto terapéutico de la naturaleza acompañará tu práctica.

Las plantas, además, son excelentes reguladoras de la iluminación natural y el microclima. Puedes hacer de tu patio un rincón mágico instalando una malla que soporte una enredadera. Una hamaca y un buen libro lo convertirán en tu lugar favorito.