El vidrio transforma la materialidad en estos hogares traslúcidos

El interior y el exterior conversan con un nuevo lenguaje en estas casas que incorporan el vidrio como material de construcción e interiorismo

Textos: Maria Paula Hernández

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Desde su creación, el vidrio marcó un antes y un después en nuestra relación con la espacialidad. Sus propiedades nos permitieron construir con la transparencia, jugar con los límites de la forma, levantar edificios de paredes invisibles. Cada vez más utilizado, el vidrio acompaña el crecimiento de las grandes urbes desdibujando su materialidad y esboza nuevas maneras de entender los límites entre lo visible y lo invisible, lo virtual y lo real.

En la vivienda, difumina el umbral entre el adentro y el afuera, creando espacios que conversan con el entorno y lo incluyen como parte de la experiencia de habitar. Aplicado en mobiliario y decoración, genera reflejos que dan profundidad en atmósferas residenciales más limpias y honestas.

Paneles de claridad en fachadas

El vidrio tiene la virtud de proteger la vivienda del clima, el ruido y el aire exterior sin impedir el paso de la luz. Es el poder de la transparencia, explica Carlos Molina, arquitecto de estas casas campestres que hacen un uso especial del material.

“Puedes estar a la vez en el interior y el exterior desde el paisaje y la luminosidad”. En Encenillos, el lugar favoreció el diseño de una casa atravesada de lado a lado por amplios ventanales que dan la sensación de inmaterialidad a través del reflejo del paisaje en el Oriente antioqueño. Jardines interiores y apliques en escaleras y barandas le aportan claridad y ligereza a su arquitectura.

Paredes de cristal para un hogar verde

En entornos campestres, el vidrio actúa como una membrana que permite el ingreso del exterior al hogar. En La Juanita, Eduardo Múnera, director de Era Arquitectura, diseñó un pequeño bosque alrededor de la vivienda, que se abre a él a través de amplios ventanales de vidrio con perfilería negra de piso a techo, creando una experiencia inmersiva y favoreciendo la sensación de habitar la naturaleza.

Los ventanales permiten apreciar los recorridos a caballo en la finca y funcionan como puertas a un sendero que recorre las pesebreras.

Por su parte, Juan Pablo Ramos, líder de Capa Arquitectura, propone en Casa Pino una vivienda cuya zona social se abre a un bosque de pinos con doble fachada en vidrio. La casa crece en un lote de pendiente pronunciada donde busca camuflarse con una cubierta triangular que envuelve la fachada y el techo, dándole continuidad al paisaje nativo.

En el interior, la transparencia se experimenta de lado a lado, y desde afuera, el efecto de los dos vidrios superpuestos permite atravesar el interior y volver a la imagen del bosque al fondo: una visual especial de luz y movimiento.

Diferentes tipos de grosor pueden adaptarse para aislar la casa acústicamente y crear un efecto invernadero que guarda el calor del día para contrarrestar el frío nocturno.

Diseño interior fluido y sin barreras

Dentro del hogar, los límites desaparecen con el uso de vitrinas, vestieres y ventanales internos. El vidrio crea transiciones que articulan lo visible y lo invisible, para posibilitar nuevas formas de expresión a través de objetos cotidianos como vajillas, prendas o accesorios.

“Con él, mostramos lo que nos define y queremos compartir con los demás”, explica Susana Acosta, directora del estudio de interiorismo Sax. Toques de transparencia incorporados en el mobiliario, combinados con reflejos de iluminación cálida, ambientan los espacios para crear una estética sofisticada que resalta las diferentes áreas de la vivienda.

Integrado en una tendencia minimalista, el material expone atmósferas honestas elaboradas con precisión. Permite combinaciones con texturas de ladrillo, concreto, madera, chapilla, metal y diversas tonalidades. En palabras de Paula Luna, directora de Diseños y Espacios, se trata del material versátil por excelencia: “El vidrio no compite, siempre es un acierto”.

Cada lugar define el tipo de vidrio a utilizar. Tonalidad, textura y nivel de transparencia varían en función de los objetos a exponer o matizar.