¿Cuál es la mejor forma de hacer un abono a capital?
No se trata simplemente de entregar un dinero extra al banco. Con la estrategia correcta puede ahorrar mucho en intereses o disponer de mayor liquidez.
Por lo general, cualquier crédito se compone de tres variables: tasa, tiempo y monto. Con base en estas es que se calcula la cuota a pagar y, en el caso de los hipotecarios, el extracto muestra lo que se pagará a capital, a intereses y a seguros. Por eso cuando se habla de amortización, en palabras sencillas, es lo que se abona a capital en cada cuota.
Sin embargo, con el fin de manejar sus deudas de forma más estratégica, muchos realizan abonos anticipados a capital como una alternativa para ahorrar tiempo o pagar menos intereses. De acuerdo con Iván Tunjano, experto en Dirección y Asesoramiento Financiero del Mercado de Valores, en este caso lo usual sería analizar entre dos opciones: la primera es hacer el abono para reducir la cuota, es decir, para que el valor de la misma sea más pequeño pero durante el mismo plazo que se determinó en el crédito; la segunda es reducir el plazo, pero mantenerse con el mismo valor de cuota que se viene pagando.
Para ilustrarlo mejor, el especialista puso el ejemplo de un inmueble con un costo de $222 millones, con una cuota inicial del 30% ($66’600.000) y 70% financiado a una tasa del 10,58% efectivo anual durante 20 años (240 meses) y con cuota fija. En ese caso, el crédito hipotecario debe hacerse por $155’400.000 y aunque la cuota sea fija ($1’496.000 aproximadamente), probablemente presente pequeñas variaciones derivadas de los seguros.
“Hay que tener en cuenta dos aspectos importantes: los créditos hipotecarios tienen normalmente, y por ley en Colombia, un seguro de vida y otro contra incendios y terremotos. El primero se calcula sobre el valor del saldo y el segundo sobre el valor del inmueble”, destacó Tunjano.
La forma más inteligente
Suponiendo que se cuenta con dinero extra en algún momento del crédito y se quiere realizar un abono, no hay una opción mejor que otra. Todo dependerá de las condiciones particulares de cada persona y lo que más le convenga a su bolsillo.
Si se hace, por ejemplo, un pago extraordinario de 10 millones a la deuda y se decide reducir el plazo, ese dinero iría a la última cuota del crédito y acortaría el tiempo de pago. Según las estimaciones del especialista, gracias a este abono a capital más o menos en el mes 201 ya se habría pagado la totalidad del crédito; acortando así 39 meses el término de la deuda. Además se generaría un importante ahorro en intereses, pues cada mes en que no se pague cuota representa también un no pago de intereses, debido a que los mismos se calculan mes a mes según la deuda.
Esta decisión sería favorable para quien tenga buen flujo de caja, que pueda seguir pagando el mismo monto de su cuota y no necesite utilizar el dinero para otros fines.
Por otro lado, si se decide utilizar el abono para reducir el valor de la cuota fija mensual, el nuevo monto dependerá de la tasa, del plazo restante de la deuda y del nuevo saldo. En el caso del crédito hipotecario que tenemos como ejemplo, un abono a capital de 10 millones, daría como resultado un nuevo monto a pagar aproximado de $1’397.000 (alrededor de $100.000 menos que antes).
La conclusión de Tunjano es que debe analizarse según las necesidades de cada cliente. “Si reducimos la cuota, debería ser porque tenemos necesidades de poder pagar menos en los próximos meses. De lo contrario, lo mejor será reducir el plazo para que el crédito se extinga en un menor tiempo y, asimismo, sean menos los intereses que se paguen”, explicó.
Así le calculan su cuota
A pesar de que a nivel mundial hay varios sistemas de amortización, el más común es el sistema francés, que consiste en calcular una cuota fija durante toda la vida del crédito, la cual, en principio, paga una mayor parte de intereses y abona poco al capital de la deuda, pero con el tiempo estos montos se invierten. Por ejemplo, si usted tiene un crédito bajo este sistema de amortización y la cuota mensual es de $1’000.000, al inicio, el monto que va destinado a intereses puede ser de $800.000; $100.000 a capital y $100.000 a los seguros. Luego de algunos años, y a medida que disminuya la deuda, se pagarán menos intereses y la mayor parte de su dinero irá a capital.