Hacia una compra EXITOSA
Desde las rutas de acceso hasta los detalles del interior, esto es lo que hay que tener en cuenta si va a comprar para vivir o para invertir.
Textos
Sara Zuluaga García
Invertir en vivienda siempre se ha considerado un buen negocio y desde hace varios años el mercado inmobiliario y de la construcción viene mostrando crecimiento en algunas zonas de la ciudad y del Área Metropolitana. Sin embargo, no es lo mismo cuando se compra para vivir que cuando se compra para invertir, es decir, para rentar y generar un ingreso fijo mensual. En ambos casos se destina un capital importante, pero los aspectos que se deben cuidar son distintos. A continuación le contamos cuáles son los fundamentales.
“Quienes compran para vivir ponen su atención en aspectos más cotidianos y no tanto en el precio, esa es la gran diferencia”. — Sara Orrego Mendoza Gerente de Lente Inmobiliario
Para vivir
1.El primer punto a evaluar al adquirir un inmueble es su ubicación: debe estar en un sector en el que el desplazamiento a lugares de interés sea sencillo. Para ello hay que tener en cuenta la conformación
familiar, si hay hijos o no, y evaluar si conviene la cercanía a universidades, hospitales o centros comerciales
2.Al comprar para vivir en el inmueble es importante fijarse en los detalles que van a afectar el día a día, como el lado de la casa al que le da el poniente, la distribución interna, los acabados de la cocina, armarios, puertas o ventanas, qué tan iluminado es el lugar y otros aspectos que hacen que una propiedad sea más o menos atractiva.
3.La posibilidad de financiación es clave. El proyecto de vida de muchas familias es comprar vivienda y por ello es usual que el presupuesto inicial sea mucho menor que el final, esto porque los compradores prefieren acceder a un lugar con todas las comodidades por un valor más alto y más plazo para el pago.
Para invertir
1.La gran diferencia entre comprar para vivir y comprar para invertir es que cuando se invierte se presta menos valor a la tranquilidad de los sectores y mayor valor a la rotación de la zona, mientras más cerca al centro o a vías principales está un inmueble tiene mayor rotación, es decir, menor tiempo entre su compra y su venta.
2. Es importante fijarse en el rango de precios de acuerdo al presupuesto de inversión, es decir, antes de comprar hay que averiguar si es un buen momento para comprar o no. En este punto es clave asesorarse con un experto para entender cómo la economía nacional afecta los valores y frena algunos negocios.
3.Por último, hay que fijarse en las obligaciones económicas que requiere el inmueble. Evaluar el
recurso con el que se le van a hacer mejoras a la propiedad. Pagos como el predial o la administración son pequeñas responsabilidades que restan a la ganancia final. Por esto se recomienda más comprar para vender que para rentar.