La Inflación y el sector inmobiliario | Revista Propiedades

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¿Cómo golpea la inflación al sector inmobiliario?

¿Cómo golpea la inflación al sector inmobiliario?

Los datos del Dane muestran que la variación anual del IPC (Índice de Precios al Consumidor) en diciembre de 2022 en Colombia fue del 13,12%. Una cifra muy superior a la de diciembre de 2021, cuando el país estuvo en 5,62%, y que marca un precedente económico al ser la inflación más alta registrada en los últimos 21 años.

Con esto, el panorama de compra y venta de bienes y servicios cambia su dinámica, pues a eso se le suma la alta carga tributaria del país y el aumento en las tasas de interés del sector financiero. Una combinación frente a la que el sector inmobiliario no pasa desapercibido.

Las afectaciones de este fenómeno inflacionario se empiezan a sentir, por ejemplo, en el costo de los arrendamientos. Aunque en algunos casos el arrendador y el arrendatario pueden pactar un aumento anual según sus propios términos, la práctica que se realiza normalmente es ajustar el valor del canon hacia ese porcentaje de inflación. No obstante, aumentarlo por encima de ese valor sería contrario a la Ley 820 de 2003.

Para Alejandro Escobar, gerente del portal financiero Sectorial, si bien las personas seguirán tomando los arriendos aunque su costo sea alto, un efecto negativo es que se recortarán otro tipo de gastos como los dirigidos a diversión y entretenimiento. Además, el especialista destacó que este fenómeno puede generar incluso mayor afectación a quienes arriendan oficinas o locales comerciales, por lo que muchos deciden volcarse a la virtualidad por el incremento asociado a los costos fijos de sus negocios.

“Lo que más nos preocupa en la dinámica del sector es lo que tiene que ver con la tasa de interés para los créditos. La inflación tiene relación con este factor porque al momento en que los precios se elevan, se genera una política monetaria contractiva que eleva tasas de interés para buscar disminuir el consumo y que esa inflación empiece a ceder”, explicó Escobar.

¿Qué pasa con la compra y venta de inmuebles?

Para comprar una vivienda es necesario, casi siempre, acudir al sector financiero. Por eso en la actualidad, con unas tasas de interés tan elevadas que también se aplican en los créditos hipotecarios, las intenciones a la hora de comprar vivienda pueden disminuir. “Esto por el efecto de que veremos tasas altas por lo menos todo este año. Podrían empezar a disminuir, pero no muy ostensiblemente, hacia el mes de septiembre”, sostuvo el gerente.

Dado que las tasas de interés para compra de vivienda han tenido incrementos significativos, no se hace atractivo tampoco para las condiciones actuales llegar a comprar vivienda a través de la financiación. Según el docente y doctor en Ciencias Económicas, Oscar Manco, la recomendación es proyectar la posibilidad de compra o inversión para el segundo semestre del año.

Otra opción puede ser invertir en un proyecto sobre planos, cuya entrega se proyecte 3 o 4 años más tarde. De esa forma podría invertir en un inmueble a menor precio y pasado el tiempo, cuando se lo entreguen, las tasas de interés para los créditos hipotecarios sean menores a las actuales.

En caso de que ya haya comprado, la recomendación es analizar, primero, si tiene un exceso de ahorros que por lo general se destina a inversión. Una buena idea puede ser hacer abonos a su crédito hipotecario actual para buscar que disminuyan esas cuotas y que el aumento de la tasa no golpee tanto su flujo de caja.

“Las constructoras han visto que seguramente se va a resentir el mercado de vivienda, tanto nueva como usada, restando dinámica por lo menos al crecimiento que se tenía estimado el año pasado”, comentó el académico.

Más alternativas

Según el análisis del doctor Manco, Colombia sufrirá un coletazo indirecto de la recesión. No obstante, dijo el especialista, si bien se estima que disminuirá la inflación para este año, no se espera que haya un descenso significativo (continuaremos por encima del 8%) y en ese orden de ideas habrá una presión muy importante sobre el costo de vida de las personas.

¿Qué ocurre entonces con quienes invierten en inmuebles para refugiarse de la posible recesión? Desde el punto de vista de la rentabilidad, tener un activo (en este caso un inmueble) le permite al dueño tener un valor refugio. Sin embargo, en este escenario de incremento de inflación e incertidumbre se puede prever también que los precios de los inmuebles no crezcan significativamente.

“Si se compra para arrendar, se generaría una rentabilidad que sería más o menos estable en el tiempo pero se diluye por el poder adquisitivo”, concluyó Manco. En este caso, se podría acercar a su entidad financiera para negociar algún aumento en el plazo de la deuda y lograr una extensión, la cual puede ir hasta los 30 años. Así va a lograr que el valor de las cuotas disminuya y que su flujo de caja no esté tan afectado al menos hasta que las tasas de interés se regulen.

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