ORIENTE: polo de desarrollo
Esta zona de Antioquia está en expansión, pero aún tiene desafíos que superar.
El crecimiento de la actividad inmobiliaria es señal del interés que desde hace una década muestran los inversionistas en el Oriente antioqueño, en especial por el valle de San Nicolás.
De acuerdo con el gerente de la Lonja de Propiedad Raíz de Medellín y Antioquia, Federico Estrada, está entre las áreas del país con mayor valorización: en la última década los precios de la tierra crecieron cerca del 10 % anual y todo indica que así continuará por un período más. Adicionalmente, el Producto Interno Bruto casi se duplicó al pasar de $5,75 billones en el 2009 a $11,06 billones en el 2018.
Esta expansión se inició cuando Medellín y su área metropolitana vieron agotado su suelo para nuevas empresas o para que las ya existentes crecieran, lo que coincidió con la reactivación de la autopista Medellín – Bogotá, la cercanía con el aeropuerto José María Córdova. Según la Cámara de Comercio de Medellín para Antioquia, de unas 1.600 empresas que se trasladaron entre el 2013 y el 2018, casi el y 9 % (más de 140) optaron por el Oriente antioqueño.
Además de ser la segunda región exportadora de flores del país, han crecido sectores como el agrícola, con la siembra de aguacate hass; el hotelero; el de la salud; la banca; seguros; servicios de consultoría y por supuesto el de construcción. El gerente de la Lonja, Federico Estrada, destaca el dinamismo inmobiliario que se está dando desde hace unos siete años en las áreas periurbanas de los municipios del oriente, no solo alentado por personas que llegan a trabajar sino por gente mayor que busca un sitio de retiro lleno de naturaleza y con un aire más sano.
Camacol Antioquia prevé un crecimiento de la actividad edificadora en Oriente entre 5 % y 10 % con más de 4.000 unidades residenciales, frente al 3-5 % del valle de Aburrá.
Desafíos
- La financiación de los proyectos de infraestructura.
- El trabajo conjunto de los alcaldes con el fin de que su voz tenga más eco y se puedan gestar soluciones de alcance supramunicipal.
- La conformación del Área Metropolitana del Oriente Antiqueño, un instrumento que permitiría planear la movilidad.
- El desarrollo en la infraestructura vial; así como en el tema sanitario de manera que se cuente con acueductos, alcantarillados
- y plantas de tratamiento para proteger los cauces de los afluentes que surten el área.
- Pensar y ejecutar la segunda pista del José María Córdova, así como su plan maestro para promover el desarrollo subregional.
Hace diez años en el Oriente antioqueño se vendieron 458 viviendas, en tanto que el año pasado fueron 3.933. El incremento con relación al 2018 fue del 23 %, según el dirigente gremial. Solo en el 2019 abrieron por lo menos tres centros comerciales en Rionegro y lo propio ha ocurrido en otras localidades de la zona. Incluso en la última Expoinmobiliaria, de 422 proyectos presentados 91, es decir casi la cuarta parte, eran de esta subregión. “Estoy seguro de que ese dinamismo de la actividad edificadora llegó para quedarse”, afirma Estrada, al tiempo que advierte sobre los retos que implica en cuanto a infraestructura de servicios, espacio público y gestión ambiental. “Cuando las empresas se estaban pasando, era un viaje de 45 minutos a una hora a mañana y tarde, pero con la puesta en marcha del túnel y la reducción de este tiempo, muchas más empresas están considerando el traslado”, señala el Gerente de Camacol Antioquia, Eduardo Loaiza, a la vez que menciona que las concesiones de cuarta y quinta generación (4G y 56), así como un paquete de alrededor de 30 proyectos viales que están en ciernes serán un nuevo motor, teniendo en cuenta que la extensión del suelo del valle de San Nicolás es tres veces la del Aburrá.