Así son las casas campestres hoy

Las que antes eran viviendas secundarias hoy son la cotidianidad para quienes pueden trabajar desde casa y prefieren los beneficios del campo.

Textos: María Antonia Giraldo Rojas

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Antes de pandemia, ya muchos habían tomado la decisión de vivir en el campo. Aunque los desplazamientos fueran más largos en distancia, en tiempo se igualaban a los de la ciudad; las poblaciones satélites cada vez tienen más y mejores servicios, y los beneficios para la salud mental y física de estar fuera eran fácilmente perceptibles. Con el aislamiento muchos tuvieron la posibilidad de experimentarlo por sí mismos y ahora la expansión extrarradio de Medellín y de los municipios más cercanos se ha acelerado. El arquitecto Andrés Hincapié resalta estos cambios y advierte que cada vez son más escasos los terrenos planos, lo que ha significado un reto para los arquitectos que se percibe en algunos de estos proyectos.

Aunque el crecimiento acelerado ha hecho que los diseños de las viviendas se estandaricen, los profesionales prefieren proyectos más pensados, con materiales naturales, estructuras flexibles que se adapten a las necesidades futuras y elementos diferenciadores. Para la interiorista Adriana Escobar, la tendencia en decoración más fuerte hoy es el clásico renovado o clásico moderno, “sin embargo, creo que en nuestro entorno se está volviendo muy industrial en sus materiales y al mismo tiempo se está mezclando con algunos elementos nórdicos, rústicos y chic con estilo propio”.

Una esencia a conservar

El espíritu de un lugar y el diálogo con su entorno no son elementos a olvidar cuando se enfrenta una renovación, por lo menos así fue para la interiorista Adriana Escobar que en este proyecto prefirió incluir los materiales naturales que la rodeaban y añadir objetos decorativos en tendencia que actualizaran el concepto, sin alejarse de los colores neutros, que siempre alargan la vida de las ideas. “El concepto fue el que realmente marcó la paleta de color y materiales. Lo llamé ‘Le Boho Challet’, ya que para mí no era un simple boho chic, porque la casa está ubicada en lo alto de una montaña”, explica.

Ubicación: Guarne
Proyecto: Casa Refugio
Instagram: @ae.interiorismo
Fotos: Mateo Soto

Propósitos claros desde el origen

Esta casa, pensada como vivienda campestre, quiere conservar el espíritu de su entorno, por eso los equipos de diseño de ALH Taller y de construcción de Compose pensaron en los materiales como un lenguaje: piedra, madera, ladrillo, metal, vidrio y concreto, aparecen en sus formas más básicas, sin perder el sentido estético y un acabado cuidadoso. Este camino se tiene en cuenta desde la obra negra y es poco lo que se oculta. La casa, con planta en L, tiene cuatro módulos, la zona social, las habitaciones, la zona de ropas y un family room que se expande en un propósito, ya no es solo una sala de televisión sino que también cuenta con las funcionalidades para trabajar y estudiar en casa.

Ubicación: Rionegro
Proyecto: Cada L+M
Instagram: @compose_co
Fotos: Mateo Soto

Una casa que se vive con el Sol

El tiempo es un concepto clave en este diseño. Por un lado, se quiere que no exista, que sea tan atemporal que converse con los conceptos clásicos de la arquitectura, pero que no pierda un minuto de actualidad. Por otro, el tiempo se materializa en cada uno de los espacios, pues la familia los habita de acuerdo al momento del día. En la mañana, la reunión es en la cocina; al atardecer, en el patio interior se ve caer el sol, y en la noche, en la biblioteca se cuentan las últimas historias antes de ir a dormir. La primera planta se vive con independencia de la segunda, para que las amplias áreas no dejen de ser acogedoras.

Ubicación: El Retiro
Proyecto: Nilaya
Instagram: @estudio_transversal
Fotos: Ricardo Vásquez

Adaptarse y tomar riesgos

Un lote muy inclinado puede ser un reto, especialmente si se quiere tocar el suelo lo menos posible; pero también es la posibilidad de tener una gran vista, como sucede en esta casa. Diseñada con el estilo que ha venido desarrollando Capa Arquitectura, juega con volúmenes definidos, explora diferentes alturas y crea contrastes con fachadas cerradas y abiertas. La estructura es en concreto y las fachadas abiertas en vidrio. Se logra una aparente continuidad entre cubierta y fachadas al unirlas con el mismo material, que juega en un patrón de zig zag. Una propuesta que escapa de la estandarización y recurre a los materiales locales.

Ubicación: El Retiro
Proyecto: Casa Pino
Instagram: @caparquitectura
Fotos: Carlos Velásquez